Título original: La verité sur l'affaire Harry Quebert
Autor: Joël Dicker
Traductor: Juan Carlos Durán Romero
Saga: Libro único
Editorial: Alfaguara
Nº páginas: 672
ISBN: 9788420414065
Precio: 22 €
Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en este thriller incomparable cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción. Intentémoslo: una gran novela policiaca y romántica a tres tiempos −1975, 1998 y 2008− acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire. En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor −Harry Quebert, autor de una aclamada novela−, y descubre que este tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado, acusado de asesinato, al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras intenta demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
Esta novela se convirtió en toda una revolución el año pasado. Yo lo conocí gracias a una de las dependientas de la tienda de libros del aeropuerto de Barcelona en diciembre del año pasado, mientras daba vueltas para ver que libros había, y la verdad me pareció muy maja, le dije que sin duda me lo apuntaba ya que tenía muy buena pinta. La verdad es que la estoy muy agradecida, esas mismas Navidades mis padres me lo regalaron, eso sí, tarde un poquito en leerlo, pero ha merecido la pena leerlo.
El libro de Joël Dicker está narrado en tres marcos temporales: 1975, 1998 y 2008, bien diferenciados y señalados para que uno no se pierda, y trata sobre todo lo que rodea a la misteriosa muerte de una joven de quince años en un pequeño pueblo americano. El autor va entremezclando estos diferentes planos con un virtuosismo apabullante, es fascinante cómo cada una de las piezas está perfectamente colocadas en el lugar conveniente. De este modo el autor consigue, a lo largo de toda la novela, jugar con el lector, hasta convertirle, y es la sensación que tuve yo, en una marioneta y llevarme a su terreno obligándome a transitar por sus propios caminos. Además, Dicker va sembrando el texto de esos falsos caminos que en parte no llevan a ninguna parte o bien para desorientar a uno.
Desde que uno empieza la primera página, es de esas historias que te enganchan y te mantienen atrapado sin permitirte pensar en otra cosa que no sea girar la siguiente página. Es un buen thriller en el que hay cabida a una bonita historia de amor eterno; y tiene un ritmo perfectamente pensado para pincharte cuando empieza a ser necesario. Por otro lado, es curiosa la forma en que está narrado; en primera persona, por Marcus Goldman, los hechos que ocurren en el presente y en tercera persona los ocurridos en el pasado. Este recurso, tan sencillo, permite que uno no se pierda en ningún momento. Los personajes están bien dibujados y la relación entre Marcus y Harry es el mejor ejemplo de ello; el autor mezcla lo que ocurre con sus pasados y eso conlleva que su relación de amistad sea perfectamente comprensible.
Independientemente de lo que uno pueda pensar, esta novela se la puede catalogar en el genero de la novela negra, también es una novela profundamente romántica. Pero si hay algo que cabe destacar es que se trata de un libro que trata de la literatura y sobre el hecho de escribir libros. Con respecto a la forma en que Dicker nos narra la historia, me llama la atención el uso muy frecuente de frases breves y simples en su estructura, dando agilidad en el relato, no se usa un léxico muy rebuscado, y las descripciones son justas y llenas de detalles para que el lector sea capaz de ponerse en los diferente marcos temporales.
En relación con los personajes, el autor nos va ir suministrando poco a poco la información de cada uno de los personajes y desde diferentes puntos de vista. Están todos muy bien equilibrados y desarrollados. Aunque aparentemente haya dos protagonistas, existe un tercero y para mí el más importante, Nola, dada por su complejidad y por se el epicentro de toda la trama.
Sin embargo, aunque haya disfrutado con él, soy de las que pienso que este libro debería contar con algunas páginas menos, no es que haya sido pesado ni nada por el estilo, más bien creo que sobra o se enrolla en algunas partes. Con 100 o 150 páginas menos estaría mucho mejor.
Como resumen final, estamos ante una novela adictiva, hipnótica, que no os dejará indiferentes en absoluto, con un excelente entramado que te hará devorar cada una de sus páginas para saber más y más, hasta descubrir toda la verdad y te dejará con un buen sabor de boca. Si eres de los que te gustan las novelas negras, es tu lectura obligada.
Creo que los thrillers no son lo mío, así que por el momento paso
ResponderEliminarUn beso^^